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El uso del chupón en niños pequeños puede dañar el desarrollo de los dientes

Para los bebés nerviosos, un chupón los puede calmar y tranquilizar. Sin embargo, los expertos en odontología advierten que una vez que el niño llega a la edad preescolar, el chupón puede convertirse en un hábito que impide el desarrollo saludable de los dientes.

Si un niño usa un chupón después de los 3 años puede sufrir de graves malformaciones dentarias, según Al Tonn, cirujano dental, especialista en odontología pediátrica de Delta Dental. La malformación más frecuente es un espacio abierto en los dientes frontales o una sobremordida en la cual los dientes superiores se superponen de manera considerada.

«A diferencia de chuparse el pulgar, usar un chupón es un hábito que se aprende, por lo que resulta un poco más fácil dejar de hacerlo», dice el Dr. Tonn, que atiende un consultorio de odontología pediátrica en Manteca desde hace 45 años.

Según los investigadores, muchos de los bebés que usan el chupón por tiempo prolongado se chupan el pulgar por mucho tiempo luego de que dejan de usar el chupón, lo cual contribuye al riesgo de modificar la posición natural de los dientes del niño.

Además de mover y cambiar la posición de los dientes, la Academia de Odontología General advierte que quienes usan el chupón corren un mayor riesgo de padecer graves infecciones del oído medio.

Como mínimo, es posible que los niños que usan chupones después de los primeros años de vida necesiten correctores dentales, y esa es razón suficiente para alertar a los padres sobre los posibles problemas dentales y gastos con los que se pueden llegar a enfrentar.

«Algunos padres no quieren alterar ni ver llorar a sus hijos», dice el Dr. Tonn. «Si se le dice a los padres que dejar de usar el chupón puede evitar gastos de ortodoncia excesivos en el futuro, eso también es un incentivo financiero a considerar».

Parte de la información es cortesía de la Academia de Odontología General

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